20D: Cómo votar sin principios

 “Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros” (Groucho Marx)

Nunca pensé que fuese a escribir esto sobre una organización de izquierdas que había despertado tanta ilusión y expectativas, pero es que aún sigo creyendo que tenemos que decir lo que pensamos (y especialmente en Campaña Electoral, no después cuándo ya sea tarde…), le pese a quien le pese y  compartir las críticas sobre unos y sobre otros. Y que cada palo aguante su vela… Y es que el devenir de PODEMOS ha pasado de preocuparnos a indignarnos.
En primer lugar, ya nos parecía discutible que una organización renunciase de una forma tan acelerada a la propia participación abierta, democrática, asamblearia, que proponía inicialmente sus círculos. Pero aún más preocupante son las formas con las cuáles ha acabado con las elecciones primarias: todos los fichajes para las elecciones del 20D colocados a dedo, y por encima de unas primarias (que ya de por sí eran de dudosa vocación democrática), con “listas planchas” y candidatos “cameros” colocados también a dedo en cada una de las circunscripciones provinciales (según su peso orgánico  y  cálculos electorales para sopesar sus posibilidades de salir elegidos… ). O sea, de una tacada, se reproducen muchos de los clichés de la “casta”, denunciados y criticados (y con acierto innegable) hasta la saciedad por PODEMOS.
Tampoco me han hecho ninguna gracia los constantes guiños a la monarquía, o el hecho de que hayan abandonado también la idea de un proceso constituyente y ya se planteen, simplemente, maquillar un poquito la constitución.  Y sin olvidar, que, lamentablemente, es PODEMOS quien,  de manera unilateral, se ha negado a la idea de construir un proyecto de confluencia. Un tema del que, probablemente, tengamos mucho que decir a partir del día 21 de Diciembre.

Pero es que las últimas medidas, sí que han levantado ampollas, porque han decidido cruzar ciertas líneas rojas que, personas de vocación pacifista y antimilitarista no podemos consentir: “Sí a la OTAN” (seguro que recuerdan aquel “OTAN de entrada no” del PSOE…), en este caso, ni siquiera lo ponen en duda, el candidato de PODEMOS por Sevilla no ha dudado ni un segundo en ratificar la posición de PODEMOS favorable a la continuidad en la OTAN.
Y si aún no nos parece suficiente, un militar (y no cualquiera, el Ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa) como  fichaje estrella en una de las circunscripciones. Lamentablemente, por muy interesante, renovador y  competente que pueda ser este militar (que probablemente lo sea, no lo pongo en duda) hay cosas que yo (y probablemente muchas más gente que se dice de izquierdas) no puedo compartir, hasta ahí no llego. No he votado nunca a PODEMOS, pero pienso que, ahora, están más lejos que nunca de mis posiciones. Me siento de izquierdas, pacifista y antimilitarista y sí, probablemente sea una minoría y, probablemente esa sea mi mochila, pero prefiero seguir con ella antes que coger una de color caqui con su munición para apoyar las maniobras de la OTAN. Hasta ahí no pienso llegar…

Porque, estoy de acuerdo en que podemos discutir sobre propuestas y diferencias entre una Renta Básica y una Renta mínima garantizada, o sobre diferentes idea s para acabar con la economía sumergida y la corrupción, o sobre cuáles deben ser las competencias de las autonomías y el estado federal , o sobre qué sectores estratégicos deben ser nacionalizados. Llegados a este punto, y ante la situación creada con las dificultades para la confluencia, en dicha negociación, y para lograr una sola lista de izquierdas, muchas personas estábamos dispuestas a aceptar un programa más abierto, un espacio más abierto e incluso, renunciar de entrada a algunas de las clásicas reivindicaciones de la izquierda en nuestro país. Pero, para mí, la construcción de una sociedad mejor, más justa y más solidaria pasa, indefectiblemente, por la reducción de los gastos militares y caminando hacia la construcción de un mundo sin ejércitos (y a partir de ahí un nuevo reparto de la riqueza). Llámenme iluso, utópico o lo que quieran, pero yo no voy a renunciar a eso.

A estas alturas de la película, pienso que yo NO estoy preparado para renunciar a todos  mis principios, hace muchos años que decidí leer “El Príncipe” de Maquiavelo, para tener bien claro lo que NO había que hacer en política: cualquier cosa para alcanzar el poder (llámese también “asaltar los cielos”). Por ello, aunque mi voto puede que no sirva para sacar un/a diputado/a,  aunque mi voto no sea suficiente debido a la perversa Ley d’Hont , a pesar de todo, mi apoyo será para Alberto Garzón , porque todavía sigue creyendo en unos principios y eso, para mí, sigue siendo imprescindible.